martes, 29 de noviembre de 2011

Tres historias

Una señora siente un día un horrible dolor en el estómago. Es entonces que decide ir a un doctor.
El doctor la examina completamente y la diagnostica con una apendicitis.
La señora sabe que será operada por un especialista que ha realizado esta operación miles de veces pero aún se encuentra nerviosa.
El doctor le explica que para él es sólo una operación de rutina pero que le garantizará que todo saldrá excelente.
La señora todavía dudosa le comenta al galeno:
Doctor yo soy panadera y algo sé de rellenar y sacar cosas. Por favor opereme pero dejeme un hoyo en el estomágo por si después yo misma quisiera removerme algo que considere no esté funcionando bien...Un señor adinerado conduce su auto a toda velocidad. Apenas se dá cuenta de un ciclista que atraviesa la avenida y logra evitarlo volanteándo hacia la derecha. Lo malo para él es que a su derecha se encuentra con un poste y su lujoso coche termina con un buen golpe al frente.
Lo lleva a la agencia para que se lo reparen. No a un taller mecánico porque sabe que su auto merece lo mejor para que continúe siendo una pieza de gran valor.
Al momento de ingresarlo al taller de la agencia, pide hablar con el encargado de la restauración de su auto. El ingeniero se acerca con él para escuchar lo siguiente:
Señor, cuando arregle mi auto, procure hacerlo con piezas de madera. Porque como yo fui alguna vez carpintero, si le pasa algo en otro momento yo podré repararlo con mis habilidades...


En un restaurante de comida rápida, una señora pide una hamburguesa, unas papas y un refresco. Al terminar de ordenar, le comenta al empleado: Oiga sólo hágame un favor. En cuanto frían la carne y esté lista, avíseme para yo pasar a ponerle los ingredentes que a mi me gustan porque como en mi casa yo soy la que cocino, prefiero hacermela yo...


¿Te parecen absurdas estas historias? Entonces deja de encargarme páginas web y pedirme que te las haga de tal forma que TU puedas modificarlas en el futuro...

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