martes, 30 de diciembre de 2008

Autsralia

En estos días de vacaciones, fuimos al cine en Plaza Aragón a ver Bolt (muy divertida, por cierto).
Y cual sería mi sorpresa cuando veo esto en la marquesina enorme de la entrada del cine:

Bueno, un error lo tiene cualquiera... tal vez, no sé, lo pusieron demasiado rápido, segundos antes de comenzar la primera función y no lo notaron o que se yo...
Aunque una cadena tan importante (y cara) de cine como Cinépolis no debería permitir este tipo de errores, es comprensible y hasta simpático.

Pero que tal cuando te fijas bien y notas esto...

La misma película en dos salas... Y ni siquiera es tan comercial... Y ni siquiera es infantil porque esta es la época en la que llevas a los niños al cine...
Imperdonable.

¿Qué? ¿Pensaron que iba a comentar que lo escribieron mal en ambas? Bueno, ya dije que un error lo tiene cualquiera...

La nece(si)dad de ser incluyente

De un tiempo para acá, a nuestros políticos les ha dado por, en afán de no ser excluyentes, especificar géneros cuando se refieren a algunos asuntos en general...
Por ejemplo, el famosísimo "chiquillos y chiquillas" para referirse a los niños o el clásico "señores y señoras" para dirigirse a los adultos.
Nótese que aunque pretendan incluir ambos géneros en sus discursos, no son muy caballerosos al momento de nombrar primero al género masculino...
Esta modalidad, que es incorrecta y chocante, se ha generalizado a pesar de que no se respeta mucho que digamos, porque vaya, haría un discurso de por si largo, en insoportable.
Imagínense sólo un discurso así: Señores y señoras, niños y niñas, adultos mayores y adultas mayores, adolescentes y adolescentas...
Bueno, lo último sería el colmo, pero algo así por el estilo...
¿Y qué pasa cuando esto se traslada a los medios ultramodernos como el internet y los mensajes SMS? Pues que se deforma (como todo el lenguaje) cuando a algún listo se le ocurre que en lugar de poner niños y niñas pone niñ@s...
Como la arroba tiene forma de "a" y está encerrada en una circunferencia como si fuera "o" la usamos para entender que puede ser comodín para la "a" o la "o"...
Que bien ¿no? Así, además de hacer caso omiso a las reglas del lenguaje. nos inventamos una nueva regla que no tendría razón de ser desde un principio.
Pero en fin, que se le hace...
Pero ahí no acaba la cosa... Además de todo este embrollo lingüístico, ¿qué pasa cuando lo ocupas mal en tu nece(si)dad de ser incluyente?
Te sale algo como esto:

Preguntas: ¿por qué no ocuparon niñ@s y no niños y niñas si de todos modos iban a ocupar la @? Con tanta diferenciación ¿A qué se refiere hombres y mujeres? Y lo mejor... Conocemos a los discapacitados pero ¿quiénes son los discapacitodos?
Entiendo la necesidad de adaptarnos a las nuevas corrientes para enriquecer nuestras costumbres, incluso el lenguaje, pero cuando no se conocen las reglas de éste y además se cometen errores como estos, la verdad, preferiría que las cosas se quedaran como están.

Crónicas del metro IV - ¿Porqué llega uno tarde?

Hoy llegué muy tarde a mi trabajo gracias al metro.
Subí (como pude claro) en la estación Jamaica de la línea 9 (la café) la cual estaba a reventar a pesar de ser temprano (alrededor de las 8:20 u 8:30).
El tren que llegó en ese momento era uno de los que milagrosa y
orgullosamente rehabiltaron técnicos mexicanos, el cual a mi no me termina de gustar. No es que sea malinchista pero a leguas se nota lo malecho de la restauración. Para los que no los conozcan, estos trenes al parecer fueron armados con pedazos de trenes que ya no funcionan, entonces toman piezas que funcionen (asientos, ventanas, etc.) de todos los trenes y
arman este frankenstein motorizado. El problema radica en que hay veces en las que se nota el ensamble ya que en el mismo vagón hacen filas de asientos pegadas a la pared y ponen otros de los que son dos y dos encontrados tipo restaurante (pero sin mesa claro).
Los asientos que colocan pegados en línea en la pared los toman de la siguiente manera: el primero es uno de dos pasajeros, siguiendo uno individual y al
final otro de dos pasajeros.
El resultado es un esperpento de asiento descuadrado
en el que dificilmente caben cómodamente cinco personas (pero en fin, que se le hace...)
Otra cosa que delata al tren es su horrible pintura interior de un tono rosita (mamey) de pintura de aceite muy corriente (Comex seguramente) que completa el cuadro.
Y como somos mexicanos y nos gusta lo kitch pues por fuera pintan el metro de naranja (el tradicional) con líneas plateadas (ochenterísimas) como de coche de carreras...

Aquí lo pueden ver por fuera...


Total, que al llegar a la siguiente estación, el mencionado tren se detiene como normalmente lo hace y procede a abrir las puertas. De repente, las puertas se cierran (algo que igual suele pasar muy seguido) sólo que esta vez alcancé a ver como la gente se quedó atorada entre las puertas, y entonces, como si de un auto estacionado en una pendiente sin freno de mano se tratara, el tren comienza a retroceder lentamente con las personas atoradas en las puertas.
A pesar de no avanzar mucho, el susto para la gente nadie se los
quita e inmediatamente se abran de nuevo las puertas, liberando a los prisioneros y reanudando su rutina normalmente.
Llegamos a la siguiente estación y todavía se escuchaban los comentarios de los usuarios tras la aterradora experiencia cuando al abrir las puertas el
sonido local anuncia que desalojemos el tren ya que no iba a seguir prestando servicio.
Ya imaginaran la expresión de la gente al escuchar esto y su reacción de enojo. No necesito reproducir el florido lenguaje del que somos capaces cua
ndo vemos desperdiciado nuestro, de por si, retrasado tiempo, así que lo dejo a su imaginación.
Obviamente al pasar el siguiente tren, entendarán que después del
tiempo que estuvo detenido el nuestro en la estación anterior en el incidente de las puertas y en la estación actual, los vagones estaban a reventar y los andenes igual, por lo que tuve que esperar un par de trenes más para lograr subir a base de empujones y golpes claro está, con la molestia que esto genera en los demás.
Así es como uno llega tarde al trabajo, a pesar de levantar
se temprano (¡por supuesto!) y tener el tiempo sobrado para evitar precisamente eso, los terribles imprevistos que al parecer son cada día más comunes en la hermosa Ciudad de México.

Actualización:

Aquí tomé unas fotos del interior de esta cosa...
La verdad aquí no se ve tan peor...


Aquí el detalle de los asientos:

lunes, 22 de diciembre de 2008

La leyenda urbana del peor videojuego del mundo

En 1982 Atari creó el videojuego de la película de E.T. el extraterrestre, considerado por muchos el peor videojuego de la historia...


Para los que no se enteraron, resulta ser que como E.T. había sido lo más grande del momento, pues Atari quiso subirse a la ola y lograron que Spielberg les diera los derechos del personaje y tener listo un video juego antes de navidad.
Por lo tanto, sólo se tuvieron 5 semanas de desarrollo del mismo (con los resultados que muchos conocen).
Pero Atari pensó que como iba a ser un éxito al igual que la película, puso en producción millones de cartuchos que esperaban vender como coca colas en el desierto, pero no resultó así...
Todo esto es real, pero la leyenda urbana dice que todos estos cartuchos fueron enterrados en un lugar en el desierto de Nuevo México (cosa que cuentan en el video).
El juego de E.T. lo recuerdo como muy malo de verdad, aunque me gustaría darle otra opotunidad (tengo el cartucho del Atari 2600, pero no tengo la consola).

jueves, 18 de diciembre de 2008

miércoles, 17 de diciembre de 2008

El zapatazo a Bush

Seguro todos han visto este video.. Qué lástima que no le dió... jeje

Y después las parodias que han surgido en relación a este hecho...

También están estas otras y el videojuego...

Sin duda, ha pasado a la historia...

jueves, 11 de diciembre de 2008

Técnicas de defensa personal

Después de ver los videos de Bruce Lee esto no nos viene nada mal...
Y con todo lo que me llega a pasar en el metro, pues otra razón para estar alerta y saber como reaccionar en determinada situación.



Visto en NoPuedoCreer

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Bruce Lee jugando Ping Pong


Increíble video!!!
Yo soy y seré siempre fan de Bruce Lee, un tipo tan sorprendente que estoy seguro que podría hacer esto en caso de que el video fuera falso.
Lástima que murió tan joven y muchos se lo perdieron en sus mejores tiempos, pero hay quedan las películas que confirman que si siguiera vivo, las películas de acción serían otra cosa...


Y acá otro más igual de impresionante...



lunes, 1 de diciembre de 2008

Philip K. Dick y la ciencia ficción


En honor al aniversario del nacimiento de Philip K. Dick. (que curiosamente es el mismo día que el de Arthur C. Clarke) me llegó esta información sobre lo que pensaba Dick que debía ser la ciencia ficción:

"En primer lugar, definiré lo que es la ciencia ficción diciendo lo que no es. No puede ser definida como "un relato, novela o drama ambientado en el futuro", desde el momento en que existe algo como la aventura espacial, que está ambientada en el futuro pero no es ciencia ficción; se trata simplemente de aventuras, combates y guerras espaciales que se desarrollan en un futuro de tecnología superavanzada. ¿Y por qué no es ciencia ficción? Lo es en apariencia, y Doris Lessing, por ejemplo, así lo admite. Sin embargo la aventura espacial carece de la nueva idea diferenciadora que es el ingrediente esencial. Por otra parte, también puede haber ciencia ficción ambientada en el presente: los relatos o novelas de mundos alterno. De modo que si separamos la ciencia ficción del futuro y de la tecnología altamente avanzada, ¿a qué podemos llamar ciencia ficción?

Tenemos un mundo ficticio; este es el primer paso. Una sociedad que no existe de hecho, pero que se basa en nuestra sociedad real; es decir, esta actúa como punto de partida. La sociedad deriva de la nuestra en alguna forma, tal vez ortogonalmente, como sucede en los relatos o novelas de mundos alternos. Es nuestro mundo desfigurado por el esfuerzo mental del autor, nuestro mundo transformado en otro que no existe o que aún no existe. Este mundo debe diferenciarse del real al menos en un aspecto que debe ser suficiente para dar lugar a acontecimientos que no ocurren en nuestra sociedad o en cualquier otra sociedad del presente o del pasado. Una idea coherente debe fluir en esta desfiguración; quiero decir que la desfiguración ha de ser conceptual, no trivial o extravagante... Esta es la esencia de la ciencia ficción, la desfiguración conceptual que, desde el interior de la sociedad, origina una nueva sociedad imaginada en la mente del autor, plasmada en letra impresa y capaz de actual como un mazazo en la mente del lector, lo que llamamos el shock del no reconocimiento. Él sabe que la lectura no se refiere a su mundo real.

Ahora tratemos de separar la fantasía de la ciencia ficción. Es imposible, y una rápida reflexión nos lo demostrará. Fijémonos en los personajes dotados de poderes paranormales; fijémonos en los mutantes que Ted Sturgeon plasma en su maravilloso Más que humano. Si el lector cree que tales mutantes pueden existir, considerará la novela de Sturgeon como ciencia ficción. Si, al contrario, opina que los mutantes, como los brujos y los ladrones, son criaturas imaginarias, leerá una novela de fantasía. La fantasía trata de aquello que la opinión general considera imposible; la ciencia ficción trata de aquello que la opinión general considera posible bajo determinadas circunstancias. Esto es, en esencia, un juicio arriesgado, puesto que no es posible saber objetivamente lo que es posible y lo que no lo es, creencias subjetivas por parte del autor y del lector.

Ahora definiremos lo que es la buena ciencia ficción. La desfiguración conceptual (la idea nueva, en otras palabras) debe ser auténticamente nueva, o una nueva variación sobre otra anterior, y ha de estimular el intelecto de lector; tiene que invadir su mente y abrirla a la posibilidad de algo que hasta entonces no había imaginado. "Buena ciencia ficción" es un término apreciativo, no algo objetivo, aunque pienso objetivamente que existe algo como la buena ciencia ficción.

Creo que el doctor Willis McNelly, de la Universidad del estado de California, en Fullerton, acertó plenamente cuando afirmó que el verdadero protagonista de un relato o de una novela es una idea y no una persona. Si la ciencia ficción es buena, la idea es nueva, es estimulante y, tal vez lo más importante, desencadena una reacción en cadena de ideas-ramificaciones en la mente del lector, podríamos decir que libera la mente de este hasta el punto que empieza a crear, como la del autor. La ciencia ficción es creativa e inspira creatividad, lo que no sucede, por lo común, en la narrativa general. Los que leemos ciencia ficción (ahora hablo como lector, no como escritor) lo hacemos porque nos gusta experimentar esta reacción en cadena de ideas que provoca en nuestras mentes algo que leemos, algo que comporta una nueva idea; por tanto, la mejor ciencia ficción tiende en último extremo a convertirse en una colaboración entre autor y lector en la que ambos crean... y disfrutan haciéndolo: el placer es el esencial y definitivo ingrediente de la ciencia ficción, al placer de descubrir la novedad.
Gracias a Libros en Red