jueves, 13 de marzo de 2008

Cuando el sueño nos alcanza...

Algo común en todas las grandes ciudades del mundo es el hecho de que, por el ritmo de vida tan agitado que llevamos, hay veces en las que no nos alcanza el tiempo suficiente para descansar como deberíamos.
Las razones son muchas: distancias enormes desde nuestra casa al lugar de trabajo o escuela, trabajar hasta altas horas de la noche y regresar de vuelta a la oficina temprano al otro día, el cumpleaños del amigo que es entre semana pero quiere celebrarlo ese mismo día en el California para no pagar, o ¿por qué no? por el sólo hecho de tomarse una siestecilla para recuperar energías.
En la Ciudad de México, tenemos nuestros ejemplos de esto a diario: los que van cabeceando en el metro o micro, los que se quedan en un su coche a echarse otros cinco minutitos, incluso alguno que otro que incluso se duerme de pie...

Pero esto si que es raro: nunca había visto algo así y tuve que tomarle una foto.
Aquí está pa que la vean:


Lo más curioso es que no es la primera vez que veo a este tipo así, de hecho lleva muchos meses ahí. No durmiendo todo el tiempo, pero por lo menos un día a la semana está aquí.
Desde la primera vez que lo vi intenté tomar esta imagen pero la verdad me daba algo de pena ajena, pero una vez que lo ví más seguido y que incluso sabía que día de la semana iba a estar en ese lugar, entendí que el muy cínico se lo estaba buscando, vamos, y entonces fué que por fin la tome hoy,
Invito a los lectores a que manden sus fotos curiosas como esta para publicarlas y demostrar las cosas bizarras que sólo pasan en México.

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