viernes, 23 de julio de 2010

10 cosas que las telenovelas mexicanas nos han enseñado

La televisión mexicana es un asco. Pero lo más importante es que no es un asco hoy sino que lo ha sido siempre. Por eso hay constantes como la basura de telenovelas mexicanas que siguen parámetros establecidos desde los años 70's que copiaron de películas de los 50's que a su vez se copiaron de las películas hollywoodenses de los 20's... Para llorar.

Aquí las 10 cosas más absurdas que nos han dejado nuestras queridas telenovelas (exportadas al extranjero por su calidad).

  1. En toda casa bien debe haber al menos una sirvienta (nada de ayudante doméstica).
  2. Dicha ayudanta debe hablar como la Rosa Salvaje, o sea ñera de los años 30's.
  3. Se deben utilizar frases o palabras que aunque en estas épocas suenan ridículas no se pueden sustituir. Tales como: perdida (refiriéndose a chicas modernas que disfrutan tener relaciones sexuales sin culpa), desalmados, mesmamente, mentecato, etc.
  4. Un villano(a) malo, malo, malo... O sea desalmado. Que al final muere espectacularmente o se vuelve loco y termina en el manicomio (porque nos quieren dar a entender que hay cosas peores que la muerte).
  5. La buena, buena, buena... No rompe un plato y es capaz de soportar estóicamente todas las maldades del villano puesto que así logrará el amor del galán en turno.
  6. El padrecito que sabe la vida de todos y los lleva por el buen camino de la fé.
  7. Además del padrecito, algún otro elemento hiper-mega-religioso como la boda de alguien, el funeral, el momento divino en que algún protagonista está muy grave y alguien acude a rezar a la iglesia con mucha devoción.
  8. Los juicios que son calcados a los juicios gringos de las pelis pero que no tienen NADA en común con los juicios en nuestro país.
  9. Algún protagonista queda ciego, paralítico, sordo, mudo o pierde a sus padres para después recuperarlo todo gracias al poder del amor.
  10. Y lo más importante: hacernos creer que nuestra sociedad está a la altura de la gringa de donde copian todos los patrones de conducta, organización y cultura y los tratan de ajustar con calzador a nuestra idiosincracia.

Sigamos viendo novelas que nos motivan a ser mejores cada día... Salud.

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