Aquí las 10 cosas más absurdas que nos han dejado nuestras queridas telenovelas (exportadas al extranjero por su calidad).
- En toda casa bien debe haber al menos una sirvienta (nada de ayudante doméstica).
- Dicha ayudanta debe hablar como la Rosa Salvaje, o sea ñera de los años 30's.
- Se deben utilizar frases o palabras que aunque en estas épocas suenan ridículas no se pueden sustituir. Tales como: perdida (refiriéndose a chicas modernas que disfrutan tener relaciones sexuales sin culpa), desalmados, mesmamente, mentecato, etc.
- Un villano(a) malo, malo, malo... O sea desalmado. Que al final muere espectacularmente o se vuelve loco y termina en el manicomio (porque nos quieren dar a entender que hay cosas peores que la muerte).
- La buena, buena, buena... No rompe un plato y es capaz de soportar estóicamente todas las maldades del villano puesto que así logrará el amor del galán en turno.
- El padrecito que sabe la vida de todos y los lleva por el buen camino de la fé.
- Además del padrecito, algún otro elemento hiper-mega-religioso como la boda de alguien, el funeral, el momento divino en que algún protagonista está muy grave y alguien acude a rezar a la iglesia con mucha devoción.
- Los juicios que son calcados a los juicios gringos de las pelis pero que no tienen NADA en común con los juicios en nuestro país.
- Algún protagonista queda ciego, paralítico, sordo, mudo o pierde a sus padres para después recuperarlo todo gracias al poder del amor.
- Y lo más importante: hacernos creer que nuestra sociedad está a la altura de la gringa de donde copian todos los patrones de conducta, organización y cultura y los tratan de ajustar con calzador a nuestra idiosincracia.
Sigamos viendo novelas que nos motivan a ser mejores cada día... Salud.
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