Nota muy pero que muy triste para los habitantes de la Ciudad de México. En la tarde del día de ayer tuvo lugar un gravísimo accidente en el que murieron funcionarios federales (entre ellos el Secretario de Gobernación) y algunas personas que se encontraban en el peor lugar a la peor hora. El accidente se debió a la caída del avión en el que viajaban los funcionarios desde San Luis Potosí a la Ciudad de México cayendo en la calle de Periférico a la altura de la Fuente de Petróleos. Lo más grave del caso, es la reacción del Presidente que no supo exponer en un mensaje televisivo (como ya nos tiene acostumbrados) las causas del accidente (a pesar de la premura). De hecho, ni siquiera se refirió al hecho como accidente, lo que comienza a generar dudas en buena parte de las personas. A pesar de que aún es muy pronto para sacar conclusiones y especular sin información, la forma en que se ha venido manejando la política interna de este país en relación a la seguridad da la pauta para comenzar a relacionar este suceso con algunos de los más sonados en México, que ya ni caso tiene mencionar. Y aunque la información despeje la duda, ésta permanecerá pues ya sabemos como se las gasta el gobierno para no decir las cosas e inventar teorías y culpables que en un año o menos serán incapaces de sostener. Así una vez más, quedaremos sin conocer la verdad del accidente puesto que parece que a nadie le interesará decir lo que realmente ocurrió.
imagen de La Jornada
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